Aprender a pensar en probabilidades en el trading

El Secreto del Éxito en los Mercados Financieros

En el trading, cuando la mentalidad es positiva, representa el 50% del éxito; pero cuando es negativa, puede llegar a ser el 90% de los fracasos. La mente domina la técnica e impide aplicar el método si no está bien entrenada.


Por eso, comenzaremos explicando el principio fundamental de la mentalidad en el trading: Aprender a pensar en probabilidades.


En el mercado, existe un grupo de participantes que generan las tendencias. Si ya has visto el video, sabes que hablamos de A, B, C y D. Hay más, pero vamos a simplificar usando estos escenarios más comunes para entender la psicología del precio, centrándonos solo en estos participantes.


Cuando comprendes los personajes, características, poder y estrategias de los participantes del trading, también comprendes cómo aumentar las probabilidades de ganar, es decir, de hacer más dinero. Además, dejas de lado el sufrimiento que implica un trading emocional.

 

Pensar en Probabilidades: Las Cinco Claves

¿Cuál es tu rol en el mercado?

Los fondos de inversión y los grandes inversores independientes gestionan millones de dólares; no hablamos de cuentas de 200 mil o 500 mil dólares, sino de cantidades que superan los millones, agregadas en una sola orden. No somos líderes, somos seguidores. El primer paso es aceptar esta realidad para poder operar como un seguidor.

 

¿A quién sigues?

Seguimos a quienes mueven el mercado. Por la cantidad de dinero que gestionan, es difícil que actúen sin dejar rastro. El volumen nos permite observar cómo están generando estrategias, formaciones y momentos de ataque. No nos interesa quién mueve el mercado, se puede llamar A o B. Lo que nos interesa es alinearnos con el participante que demuestre mayor fuerza y estrategia.

 

¿Cómo se determina el poder de decisión?

En los mercados, las decisiones se toman, consciente o inconscientemente, basándose en cuatro factores: dinero, información, reglas y tiempo.

  • Dinero: para mover el mercado o para seguir a quienes lo mueven.
  • Tiempo: para generar una estrategia o para soportar cómo otros generan la suya.
  • Información: de primera mano o obtenida sólo de gráficos o noticias.
  • Reglas: del plan de trading, del fondo de gestión o de la cuenta fondeada.

¿Qué recursos tienes para hacer trading?

Cuando una persona no comprende el poder que realmente tiene, comete errores recurrentes como mover el stop en contra, creyendo que en algún momento la tendencia cambiará. En algunas ocasiones funcionará, pero la estadística a largo plazo irá en contra y lo más habitual es quemar la cuenta en pocas operaciones de este estilo.

Cuando A y B están luchando por una posición en una zona, es su lucha. Son poderes de decisión 9 o 10. Con el 0,00000000001% que tenemos, es mejor retirarse con un stop de dinero y riesgo aceptable, pero permanecer estables para la siguiente operación, que puede tener más probabilidades a nuestro favor.
Si eres consciente de los recursos que tienes comprendes cómo usarlo, cuidarlos y moverte a lo largo del tiempo en los mercados.

 

¿Cómo saber si piensas en probabilidades?

  • No mueves el stop en contra y gestionas el stop a favor de manera lógica, metódica y repetible a lo largo del tiempo.
  • Aceptas el stop y el riesgo de tu operativa.
  • Dejas de cerrar operaciones con unos pocos puntos de ganancia y pasas a una gestión lógica, no emocional.
  • Te mantienes tranquilo durante la operativa, porque aceptas que la incertidumbre es parte del trading.
  • Dejas de fabricar operativa y te mantienes centrado en las oportunidades del método.
  • Comprendes que el trading es una gestión de poderes entre A y B. Nuestro papel como D es ser la mejor D posible, detectando, siguiendo y gestionando al mismo nivel que los grandes inversores.


Pensar en probabilidades es un entrenamiento constante, no es natural en el ser humano. Si te sientes frustrado cuando te suceda lo contrario de uno de estos puntos aprende a enfriar la mente y volver a retomar, ser trader es tener la capacidad de corregirse sin desfallecer y mejorando la actitud a lo largo de los años.

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